Que nadie vea.

¡Que nadie vea!, ¡que nadie sepa!
El bien dañado, qué más da.
Ella niega lo que en regla debe aparentar.
No la quieren, no la aceptan.
Es impura, quién sabrá.

¡Que no se enteren!, ¡que no juzguen!
No me vayan a olvidar.
¡Que no la vean!, ¡que no entiendan!
No me pidan explicar.
¡Que no se vaya!, ¡que se quede!
No la vayan a mirar.
No la escoge, pero no la deja en libertad.

¡Que sea fuerte!, ¡que no llore!
No me vaya a alterar.
¡Que lo acepte!, ¡que me ame!
No la vaya a extrañar.
¡Que no le sobre y no le falte!, ¡que ella sepa la verdad!
No se queda, no se va.
¡Que no arrastre el caminar!

¿Qué le pasa?, ¿por qué llora?
Sí hay otra, es verdad.
¡Que no vuele!, ¡que lo entienda!
¡Yo la amo de verdad!
¡Que no pida!, ¡que no entienda!
No hay respuesta, no hay verdad.

¡Que no duela!, ¡que sea fácil!
La deseo, es verdad.
Si es pecado, ¡que me absuelvan!
No está bien, no está mal.
¡Que me espere!, ¡que me ame!
Por si quiero regresar.

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