
Viernes por la noche
Tengo que dejarlo ir, aunque me duele en el alma. Él no se va, pero tampoco se queda. Con el corazón hecho pedazos prometo mantenerme firme esta vez y no permitirle regresar. Es el primer viernes sin él. Una noche larga me espera y con valentía me sumerjo en la obscuridad que hoy parece no terminar.