Dicen que siempre hay dos o más versiones de cada historia, y eso es verdad. Esa es la belleza de las historias, que a pesar de la contradicción que pueda existir entre las distintas versiones de la misma, no por ello dejan de ser reales. Esa es la magia de una historia, porque las historias no son más que nuestra interpretación de la realidad. Nos permiten conectarnos, descubrirnos y reinventarnos.
Las relaciones terminan, y no siempre terminan bien. En medio del dolor, las mentiras y la traición se encuentra una poderosa lección de vida.
Mi tipo de amor es aquél que sólo yo sé dar. Porque el verdadero amor es la entrega de uno mismo, y nadie podrá hacer esa entrega mas que yo. Mi tipo de amor no es perfecto, pero siempre será honesto.
Carta de amor:
De una mujer con el corazón en la mano, a un hombre que le miente, aunque ella aún no lo sabe.
Estoy cansada de besar sapos. No quiero más piropos, ni que me trates como trofeo. Deja de verme como una tierra que quieres colonizar.
Déjame ser libre, mía, pero compartida.
– EL POST QUE PUSO A ESTE BLOG EN LA MIRA –
Utterly Disclosed 